Entrevista a Jaime Postigo, fundador y CEO de la Bodega Bosque de Matasnos

“La primera cata que hicimos de la primera cosecha de Bosque de Matasnos fue en el barrio financiero de Shanghai y posteriormente fuimos a Sidney. Más tarde vino España.”

La finca de Matasnos está ubicada en Peñaranda de Duero, Burgos, en el altiplano de la Ribera del Duero, una de las mejores zonas vitivinícolas del mundo para elaborar vinos de calidad.

En 1960, los propietarios de una masa forestal conocida como El Bosque decidieron dedicar su parte más profunda al cereal. Para hacerle sitio al cereal, los antiguos propietarios retiraron millones de kilos de leña de ese bosque. Los vecinos de la comarca trajeron a sus mulas y asnos para ayudar con la gran recolecta de leña. El sobresfuerzo mató a cientos de asnos, pero dio vida y nombre al bosque: El Bosque de Matasnos.

Este bosque alberga hoy en día la Bodega Bosque de Matasnos, y da cobijo a una familia de 5 vinos que surgen cada año de sus tierras. Hablamos sobre este proyecto empresarial con Jaime Postigo, socio fundador y CEO de la bodega Bosque de Matasnos.


 

La bodega Bosque de Matasnos es un proyecto empresarial con un marcado carácter innovador y con un gran compromiso con la sostenibilidad, ¿Cómo y cuándo surge el proyecto?

Bosque de Matasnos nace en el año 2007 como proyecto vitivinícola. Anteriormente, desde su arranque de bosque, allí por el año 1960, solo se dedicaba a la viticultura y agricultura arrendada a otras personas, algo que a nosotros nos inquietó. Inquietud motivada por la belleza del lugar y su potencial agronómico, no solo vitícola, que era extraordinario. 

Además la tierra, el Bosque y la altitud de 950 metros sobre el nivel del mar, ofrecía todo lo necesario para elaborar un vino de la más alta calidad en un lugar ya clásico, la Ribera del Duero, pero con una connotación diferencial, las tierras altas de la Ribera del Duero y su clima extremo.

¿Cuáles son las principales dificultades y retos que tuvisteis que afrontar para crear la empresa y para mantener su actividad durante estos 15 años de vida?

¿Dificultades? Todas, la verdad. Cuando firmamos la compra del Bosque de Matasnos, una extensión nada desdeñable en la Ribera del Duero de 240 Hectareas, a los pocos días, quebró Leman Brothers y de ahí en adelante, todo fue un sinfín de complicaciones, dificultades y retos uno detrás del otro. No obstante, como bien dice el dicho “quien bien te quiere, te hará llorar” y del llanto, el ingenio para buscar fórmulas imaginativas para salir adelante. Sólo sabíamos que teníamos un diamante en bruto y que había que pulirlo un poco, lo justo para que brillara por sí mismo.

Tanto fue así, que nuestro proyecto de elaborar vinos de calidad estaba tan arraigado en nuestra filosofía de empresa, todavía incipiente en aquellos principios, que ante la dificultad de salir al mercado en España con un vino “caro” para los años de crisis que corrían, decidimos agarrar las maletas y viajar allí donde pudiéramos arrancar un trocito de mercado y avanzar con ello. 

Me gusta mucho contar que la primera cata que hicimos de la primera cosecha de Bosque de Matasnos, la presentación formal para entendernos, la hicimos en una casa colonial francesa en el barrio financiero de Shanghai. No encontramos ningún sitio más conveniente para arrancar un proyecto distinto, de allí fui a Sidney, que fue la segunda cata de presentación y sin lugar a dudas, ambas, un éxito. Más tarde vino España, no teníamos tiempo que perder, la necesidad apremiaba.


 

Una de vuestras señas de identidad es vuestro compromiso con la sostenibilidad, al utilizar todos los recursos naturales que ofrece el entorno. ¿Qué supone esto en el proceso de producción y que aporta a la calidad de vuestros vinos? 

Sinceramente no tuve en ningún momento al inicio de este proyecto la necesidad, ni siquiera la inquietud, de pensar en código sostenible medioambientalmente hablando. Dicho de otra forma, no nací con esta vocación, simplemente me ha conducido el propio Bosque de Matasnos hacia un proyecto sostenible.

En el año 2008 recuperé una pequeña construcción del antiguo guardés que había en el corazón del Bosque y allí que me instalé. Desde ese mismo instante, mi relación con el proyecto y la naturaleza me sobrepasó, entendí que no podía luchar contra todos los habitantes del Bosque, ellos estaban allí cientos de años antes, estaba de hecho viviendo dentro del proyecto con todo lo que esto implica, la relación con la naturaleza era hiper estrecha, del día a la noche me acompañaba el entorno y esto fraguó el destino de lo que hoy es el proyecto en sí. Esperamos y confiamos terminar de construir el proyecto vitivinícola más sostenible de Europa, y porqué no, una demostración puramente práctica, de que se puede mejorar el medioambiente, generar riqueza y fijar personas al medio rural.

En cuanto a la calidad de un producto que viene de la tierra, el agua y el sol como fuente de energía, es básico y sencillo entender que cualquier producto que se aporte a la planta o al suelo que no sea natural, aunque sea “legal” con su número de registro sanitario industrial, etc, puede alterar la forma más básica de equilibrio y vida en el suelo, la planta o el entorno. Es lo que ahora llamamos biodiversidad, y si de alguna forma lo alteramos, lo estamos contaminando.

De esto no es ajeno el esquema de vida del suelo o la planta, dicho lo cual, si quieres expresar de forma sincera lo que es y lo que aportan tus suelos y tus plantas al panorama internacional de los vinos de calidad, debes de alterarlo poco o nada. Mejor sería mejorarlo, no alterarlo.

La campaña 2021-22 ha sido la más calurosa de los últimos 40 años de la Denominación de Origen, acusando una sequía igualmente de las más notables de los últimos años. ¿Cómo puede afectar esta situación y el cambio climático que ya ha empezado a manifestarse, al sector del vino?

Sin más voluntad de ahondar en el asunto, el cambio climático nos afecta a todos y en todas las actividades económicas del planeta. Si no tenemos agua, se acaba la fiesta. Aunque un financiero no piense que le puede alterar, le altera, porque el incremento de las materias primas viene precisamente dado porque se empieza por encarecer el trigo y con ello el pan y de ahí, en adelante, todos los productos.

El concepto de sostenibilidad total, la de verdad, es subsistir con la utilización de todos tus recursos de forma aislada. En Bosque de Matasnos no tenemos agua, luz ni alcantarillado, estamos en medio de un Bosque en medio de la nada. Por eso decidimos hace muchos años autogenerar todos nuestros recursos, producimos el 100% de nuestra energía, gestionamos el 100% del agua con dos sondeos y gestionamos todos los recursos, sólidos y líquidos para compostarlos y devolverlos a la tierra en forma de nutrientes.

Todos los productores de uva y vino o bien agricultores de cualquier tipo que no afronten el futuro teniendo muy en cuenta que el calor va a dejar de ser un suministro de energía tan necesaria para todo, para llegar a ser otro tipo de accidente, la OLA DE CALOR, y se prepare para ello, sinceramente creo que no tendrá opción de defender un producto de calidad. El agua en España va a ocupar en las próximas décadas un lugar crucial y estratégico para cualquier cultivo.


 

Bosque de Matasnos cuenta con financiación ICO. ¿A qué habéis destinado esta financiación y en qué medida ha facilitado vuestra actividad?

Gracias a Dios el proyecto va como un tiro, pero no somos ajenos a los avatares del destino, la crisis financiera del 2007-12, COVID, etc, y es ahí donde el ICO nos da la tranquilidad de saber que podemos contar con un socio financiero del que “tirar” y saber que las dificultades se pueden superar.

 La parte más difícil de la sostenibilidad total es la económica, de otra manera el resto del ciclo orgánico y sostenible, se quiebra.

En concreto durante el COVID se cerró el mercado de la hostelería en todo el mundo durante casi un año. Nosotros vendemos a hostelería al 95% y además de no vender por cierre obligado de nuestros clientes, teníamos todo el trabajo de campo y bodega. La naturaleza no para, poda, recogida de sarmientos, laboreos… y es ahí donde tuvimos la necesidad de contar con el apoyo del ICO para seguir atendiendo a nuestros proveedores y seguir avanzando. Es parte de nuestra filosofía de compañía.

  
¿Cuáles son vuestros planes de futuro a corto y medio plazo?

Estamos en un momento dulce a pesar de las dificultades del entorno económico y social. 
Dulce porque podemos dar el gran salto del proyecto, terminando de construir nuestra bodega en medio del Bosque y con ese factor tan nuestro, desconectada al 100% de los suministros. Esto consolidaría un proyecto con un ADN muy solvente, que ya lo es, pero sin lugar a dudas esto sería un paso adelante de gigante… el futuro nos anima a seguir empujando con fuerza, y sobre todo, con mucha ilusión.