Arbequina de farratges

Arbequina de Farratges es una empresa familiar, con más de 30 años de experiencia en el sector agrario, especializada en la gestión de fincas y deshidratación y comercialización de forrajes.  

Su historia se remonta a 1991, cuando el espíritu inquieto y emprendedor de sus fundadores les hizo iniciar una aventura empresarial basada en la innovación agrícola.

Su seña de identidad es el respeto a la tierra y al mundo agrícola y ganadero, para dar un producto y servicio de calidad a sus clientes.  

Esta empresa ha solicitado, a través del Banco Sabadell, financiación del ICO destinada a jóvenes agricultores y operadores de pesca marítima y acuicultura, ante la pérdida de rentabilidad de sus explotaciones por causa de la sequía y otros fenómenos climáticos adversos.  

Hablamos con Nuria Sans Bonjoch, propietaria y directora de la empresa, para conocer más de cerca la actividad de la misma.
 

¿Cómo y cuándo nace el proyecto de Arbequina de Farratges?  

Arbequina de Farratges S.L. nace como un proyecto familiar impulsado en 1991 por mis padres, Xavier Sans Farré y Elisa Bonjoch Sans. Motivados por la inquietud de emprender y por el mundo agrícola. Inicialmente trabajaban como equipos de campo, gestionando fincas y recolectando  forrajes, para la posterior producción destinada a la alimentación animal. Y en el año 1999, Arbequina evolucionó para convertirse en una empresa especializada en la producción, deshidratación y comercialización de forrajes de alta calidad. 

Actualmente comercializáis una gran oferta de productos forrajeros para alimentación animal (alfalfa, raigrás, festuca, o avena), tanto deshidratados como embalados en el campo. Vosotros mismos sembráis y producís esos productos.  ¿Cómo es vuestro proceso de producción? ¿En qué medida la modernización y automatización de procesos es importante para vosotros?

En Arbequina de Farratges llevamos a cabo todo el proceso productivo de forma integrada: desde la siembra y el seguimiento técnico de cultivos como la alfalfa, la festuca o la avena, hasta su deshidratación y comercialización final. Este control completo nos permite garantizar la trazabilidad y una calidad constante en cada lote. 

La modernización juega un papel clave en todo ello. Por eso apostamos por maquinaria agrícola de última generación, y sistemas automatizados en nuestras instalaciones, que nos ayudan a optimizar recursos, ganar eficiencia y mantener los más altos estándares de calidad. Con la tecnología podemos ofrecer forrajes de alto valor nutricional adaptados a las necesidades de la alimentación animal, manteniendo nuestro compromiso con la sostenibilidad y mejora contínua. 

Además de la comercialización de productos forrajeros, vuestra empresa ofrece distintos servicios agrícolas. ¿Nos puedes explicar en qué consisten las distintas líneas de negocio que tenéis?

Actualmente, nuestra actividad se estructura en tres áreas principales: 

• Gestión agrícola integral: trabajamos con fincas propias y de terceros, ofreciendo planificación de cultivos, trabajos de campo, aplicación de tratamientos y acompañamiento técnico personalizado. También gestionamos trámites clave como la PAC o la elaboración de cuadernos de campo, ayudando a los agricultores a cumplir con los requisitos normativos y a optimizar sus explotaciones. 
   
• Producción y comercialización de forrajes: producimos, deshidratamos y comercializamos forrajes como alfalfa, avena, festuca, palla picada desinfectada... Controlamos todo el proceso, desde la siembra hasta la venta, para garantizar un producto de calidad pensado pera la nutrición animal, con presencia tanto en el mercado nacional como internacional. 
   
• Servicios de asesoramiento agronómico: además del soporte técnico en campo, ofrecemos servicios como el análisis de rendimientos, la orientación en la compra-venta de cereales y la toma de decisiones estratégicas. Estas líneas complementan nuestra actividad principal y refuerzan nuestro compromiso con una agricultura més eficient, sostenible i professionalitzada. 

¿En qué se diferencian vuestros productos de otros similares del mercado? 

Nuestro valor diferencial está en el control integral del proceso, desde el campo hasta el cliente. Al trabajar directamente con el productor y procesar nosotros mismos el forraje, garantizamos trazabilidad, estabilidad del producto y un nivel de calidad muy alto. 

Además, al ser una empresa familiar, mantenemos un trato cercano con cada cliente y proveedor y una gran capacidad de adaptación a sus necesidades. La proximidad, el conocimiento del territorio y el compromiso con la mejora continua nos permiten ofrecer un producto excelente con un servicio personalizado. 

¿Qué importancia le dais a la gestión de residuos y al respeto al medioambiente en Arbequina de Farratges?  

En Arbequina de Farratges, la gestión de residuos y el respeto al medioambiente son pilares fundamentales de nuestra filosofía empresarial. Implementamos prácticas sostenibles en todas nuestras operaciones, aplicamos técnicas agrícolas respetuosas, fomentamos la rotación de cultivos y el uso eficiente del agua. Utilizamos energía eléctrica generada por nuestras placas solares, buscando minimizar el impacto ambiental y contribuir positivamente al entorno agrícola y natural en el que operamos.  

La empresa ha solicitado, a través del Banco Sabadell, financiación del ICO. ¿A qué habéis dedicado estos recursos?  

Los recursos obtenidos a través del ICO se han invertido en la mejora de nuestras infraestructuras y en la implementación de tecnologías que optimicen nuestros procesos productivos. Estas inversiones nos permiten adaptarnos a las condiciones climáticas cambiantes y asegurar la continuidad y calidad de nuestros productos. Nuestra prioridad es crecer de forma sólida, sostenible y con una base técnica fuerte. Adquirimos una Haybuster, modelo H-1135, para picar paja, la primera y única en ese momento en Europa. 

¿Cuáles son vuestros planes de futuro para Arbequina de Farratges?  

Queremos seguir creciendo sin perder la esencia de empresa familiar. Nuestros planes de futuro se centran ampliar tanto la capacidad productiva como nuestra gama de productos y servicios, sin cerrar los ojos a nuevas posibilidades de negocio, siempre dentro del mundo agrario, que es el que disfrutamos y conocemos.  

Paralelamente, continuaremos invirtiendo en innovación, en la incorporación de tecnología aplicada al análisis de cultivos y en la formación de nuestro equipo, con el objetivo de reforzar nuestro servicio de asesoramiento agronómico y adaptarnos a las nuevas demandas del sector agrícola y ganadero. En definitiva, queremos seguir siendo una empresa d e referencia en el mundo de los forrajes, con raíces firmes en el territorio y una mirada puesta en el futuro.